lunes, 2 de diciembre de 2013

 ESCUDO DE QUITO



El escudo de armas de San Francisco de Quito es el símbolo heráldico que representa a la ciudad y que fue otorgado y expedido por S.M. el Rey Carlos I de España el 14 de marzo de 1541 en Talavera. En la Real Cédula se indica el blasonado:
Un castillo de plata metido entre dos cerros o peñas, con una cava al pie de cada uno de ellos de color verde, y asimismo encima de dicho castillo una cruz de oro con su pie verde que la tengan en las manos dos águilas negras grietadas de oro, la una a la mano derecha y la otra a la izquierda, puestas en vuelo, todo en campo de colorado, y por orla un cordón de San Francisco de oro en campo azul.Real Cédula
El castillo es un símbolo utilizado por Castilla, uno de los reinos (Corona) de Carlos I y el que más peso tenía en América, aunque también es comúnmente utilizado para la representación de una fortaleza, villa enmurallada o ciudad de destacada importancia. Los montes, de los que no se especifica esmalte dibujan, al situar el castillo entre medio, un valle, representando así la geografía de la ciudad, asentada entre el Pichincha al oeste y otros cerros, montes y volcanes al este. Cada cerro muestra una cava (cueva) que puede relacionarse con la explotación minera, notable a los inicios de la presencia española. La cruz es un símbolo cristiano surmontado al castillo y que es sujetada por su pie por dos águilas negras. Las águilas son mueble heráldico muy utilizado por Carlos I en representación de su titularidad imperial del Sacro Imperio Romano Germánico y que a veces se muestra como una y bicéfala o dos águilas en sí. La Real Cédula finaliza señalando por orla un cordón de San Francisco, santo al que fue dedicado el nombre de la ciudad, de oro en un campo de azur, que corresponde a una bordura.
El diseño empleado por la Alcaldía Metropolitana muestra el escudo acompañado de una tarjeta moldurada decorada y timbrado por un yelmo dorado ornado con airones.

                                                       HISTORIA DE QUITO


Virgen del Panecillo en Quito EcuadorLa historia de Quito se remonta a los primeros habitantes que poblaron las regiones orientales del Distrito alrededor del año 1030 a.c., en el sector del Inca. Si bien existen restos arqueológicos que demuestran que la ciudad estuvo poblada durante siglos, se desconoce el momento exacto de su fundación.
Más adelante con la llegada de los Incas, Quito se convertiría en una ciudad importante de la zona norte del Tahuantinsuyo y la tras la destrucción de Tomebamba se transformó en la segunda capital de imperio Inca. El 6 de diciembre de 1534 la ciudad sería conquistada por los españoles y es, a partir de esa fecha, que se considera su fundación. Durante la colonia sería el centro político del actual Ecuador, la segunda ciudad en ser fundada en territorio ecuatoriano y desde aquella época la capital y principal urbe de la nación.

Tambien la historia de esta hermosa ciudad colonial, llena de leyendas tejidas por más de 400 años, está todavía viva en la memoria de sus habitantes. Para encontrar su origen es necesario volver el tiempo hasta el 6 de diciembre de 1534, cuando los conquistadores españoles fundaron la ciudad con 204 colonos.Antes el sitio actual de Quito fue habitado por los Quitus, una tribu de la civilización Quechua en una franja de terreno que se extendía desde lo que es ahora el Cerro del Panecillo en el sur a la Plaza de San Blas en el centro. Llamado el Reino de Quito en el período Prehispánico, los edificios en esta antigua ciudad fueron hechos de ladrillo tallado en piedra y secado por sol. Más tarde, arquitectos españoles incorporaron los mismos materiales en sus grandiosas construcciones.
Al principio del siglo XVI, la ciudad adoptó un estilo monumental con la construcción, por varias misiones Católicas, de los templos impresionantes de San Francisco, Santo Domingo, La Catedral y San Agustín. Los acontecimientos principales durante este período ocurrieron alrededor de estos templos, que ayudaron a promover la religiosidad entre la gente. La verdad es que la historia de Quito comienza mucho antes de 1534, la fecha de la fundación española. Aunque los rastros prehispánicos desaparecieron con la llegada de los conquistadores, se ha dicho que antes de que los europeos llegaran, Rumiñahui, un guerrero indígena, prendió fuego a la ciudad y destruyó los templos de los incas que vivieron allí.
Otras leyendas hablan de personajes tales como Atahualpa, emperador del pasado Tahuauntinsuyo, el reino inca, que fue ejecutado en 1533 por sus captores españoles, a pesar del hecho de que la gente inca pagó un cuarto entero de oro y plata por su rescate. El historiador más grande es Xavier Chusig, mestizo (mezcla de indios y españoles) que cambió su nombre a Eugenio de Santa Cruz y Espejo para evitar la discriminación, fuel el fundador del primer periódico de la ciudad. Todavía hay otras historias como la de Manuela Sáenz, la primera mujer enrolada al ejército Bolivariano que se convirtió en la fiel compañera y amante del libertador Simón Bolívar. Para ellos, como para muchas otros, fue el eje de su resistencia y lucha.En 1649, más de dos mil personas cruzaron la ciudad del norte a sur varias veces durante el día y la noche, rezándole a Dios para que les sea revelada la identidad de los ladrones que habían robado el cáliz sagrado del Convento de Santa Clara. El 28 de enero de 1912 fue el más memorable de todos los años de la historia de la ciudad. Una gran muchedumbre arrastró por las calles el cuerpo inerte del Presidente Eloy Alfaro.
Alfaro había encabezado la Revolución Liberal, pero fue asesinado en la prisión de la ciudad y más tarde incinerado en el parque de El Ejido. Otro acontecimiento importante era la tentativa de golpe de estado del 1 de septiembre de 1975, cuando el ejército atacó la Casa Presidencial durante el gobierno de General Guillermo Rodríguez Lara.
Tres años más tarde, Quito fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de Humanidad con el objetivo de conservar sus conventos coloniales, iglesias y el centro histórico en general. La extensión de la ciudad hacia el norte y el sur comenzó durante los años 1980, cuando el principal área turística en la parte central norte (Quito moderno) comenzó a crecer. Quito, capital de la República del Ecuador, es hoy una metrópoli emprendedora y el centro político del país. Esto ha sido un enorme esfuerzo para compensar el daño causado por los catástrofes que la han afectado durante varios años. Quito ofrece muchas opciones para una visita agradable entre su historia, tradición y leyenda.
HIMNO A QUITO

CORO
Nuestros pechos, en férvido grito,
te saludan ciudad inmortal,
Gloria a ti, San Francisco de Quito,
en tu historia muy noble y leal.
ESTROFAS
                                                              
                                                                       I
En las faldas inmensas del monte,
tu grandeza buscó un pedestal,
para henchir tu ambición de horizonte,
y colmar tu ansiedad de ideal.
                                                                     
                                                                       II
Oh, ciudad española en el Ande,
Oh, ciudad que el Incario soñó,
porque te hizo Atahualpa eres grande,
y también porque España te amó.

                                                                      III
Y quién pudiera contar conquistas,
oh, leal y muy Noble Ciudad,
eres cuna de héroes y artistas,
y una antorcha de luz y verdad.

                                                                       IV
Cuando América toda dormía,
oh muy Noble Ciudad, fuiste Tú,
la que en nueva y triunfal rebeldía,
fue de toda la América luz.
                                                                     
                                                                       V
Con la audacia triunfal que blasonas,
ya tus hijos lucharon ayer,
y trajeron al grande Amazonas,
cual trofeo de reina a tus pies.

                                                                        VI
Aunque el tiempo veloz siempre rueda,
y se esfuma en su noche el ayer,
siempre intacta tu gloria se queda,
y es la misma en los siglos tu fe.